La disfagia o trastorno de la deglución a menudo puede pasar desapercibida, debido a que generalmente se presta más importancia a la enfermedad de base que provoca esta alteración, como es el ictus, el cáncer de cabeza y cuello, las lesiones cerebrales, la enfermedad de Alzheimer o la enfermedad de Parkinson, o a otros factores relacionados con el envejecimiento. En estos casos se instaura lentamente por lo que cuesta evaluarla.
Aunque muchos pacientes describen la disfagia como la sensación de dificultad para tragar, la forma como cada persona la padece depende de dónde se origina el problema: en la boca o en la garganta.
Si al tragar los alimentos usted padece alguno de los signos que aparecen a continuación, debe consultar a un profesional de la salud (médico, enfermera, dietista, logopeda, farmacéutico, etc.) para que haga una exploración completa.